Viajar a Nikko : conócelo

Cascada Nikko

01 Ago Viajar a Nikko : conócelo

Os proponemos viajar a Nikko, la ciudad de «la luz del sol». Se encuentra situada a 140 kilómetros de Tokio en la región del Kantô. Un lugar donde perderse y respirar cultura y tradición. En 1999 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

La historia de Nikko comienza con la historia del monje budista Shodo Shonin que recibió, siendo niño, la misión de subir al Monte Nantai. La leyenda cuenta que Shodo estuvo buscando el lugar idóneo para fundar su templo budista. Encontró el lugar ideal, pero el río Daiya le impedía llegar, así que pidió a los dioses ayuda y éstos mandaron dos serpientes gigantes, una roja y una verde, que le ayudaron a cruzar el río. Era el año 776.  Este templo es el precedente del actual Templo Rinnoji, uno de los templos más conocidos de Japón. Su ubicación aislada, hizo que en poco tiempo llegaran a él numerosos monjes en busca de paz. Cuando a principios del siglo XV, el comandante del ejército o Shogun Tokugawa Iayasu llegó a Nikko, el templo contaba con más de 500 edificios, hoy en día sólo quedan 15, entre los cuales se encuentra el Mausoleo de Tōshōgūjunto al cual reposan los restos del Shogun Iayasu y el Mausoleo Taiyuinbyo donde yace su nieto el Shogun Iemitsu dos edificios de gran belleza arquitectónica que une estilos budistas y sintoísta. Otro de los edificios a destacar en esta zona, conocida como Sannai, es el Santuario de Futurasan, fundado en el año 767 y compuesto por 23 edificios. Para acceder al Sannai hay que pasar por el puente Shinkyo, puente de los dioses, en referencia a la leyenda de las serpientes que ayudaron a cruzar el río a Shodo. Mide 28 metros y su color rojo destaca sobre un marco incomparable de belleza y naturaleza, sobre todo en otoño cuando el paisaje se convierte en una escala de tonalidades marrones. Hasta hace muy poco, el acceso al puente estaba restringido a altas personalidades, el pueblo podía verlo, pero no cruzarlo.

Nikko posee uno de los Parques Naturales más bonitos de Japón. En él podemos encontrar paisajes tan impresionantes como el Lago Chuzenji, con una antigüedad de 20.000 años, y la Cascada Kegon de una altura de 97 metros de altura, una de las más bellas de Japón a la que se puede acceder con un ascensor para poder contemplar la belleza y fuerza del agua. Dentro del parque podemos realizar varias rutas de senderismo y escalada. Pero si te gusta, contemplar la flora, Nikko cuenta con hermoso Jardín botánico en el que destaca la flora alpina y sus preciosos cerezos.

Viajar a Nikko es también disfrutar de los Onsen o balnearios de aguas termales de origen volcánico. Pueden ser de exterior o en Casas de baños, donde los usuarios deben respetar unas cuantas de normas para entrar en las piscinas o Ofuro. Normas como no llevar tatuajes visibles para no ser confundidos con la mafia japonesa, bañarse totalmente desnudos no sin antes darse una ducha o llevar una toalla para secarse la cara.

Después de una visita cultural tradicional, en Nikko podemos aprender mucho sobre la cultura Edo de una manera amena en el parque de atracciones Edo Wonderland que no te puedes perder.

Nos despedimos de la «luz del sol» no sin antes degustar un Yakitori o si te gustan los bocados dulces, prueba el Yubeshi.

 

 

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